domingo, 21 de noviembre de 2010

Estereotipos I

Dos meses en Nápoles es suficiente para tener una idea general de los estereotipos verdaderos y falsos con respecto a la ciudad y al país en general.

Pasta y pizza. Es totalmente cierto. En los puestecillos que inundan las calles se vende pasta y pizza para todos los gustos. Macarrones con carne, tortilla de macarrones o croquetas de pasta. Pizza margarita, frita o calzonne. Croquetas de patata con queso, de arroz o de fideos. Bocadillos de una pasta extraña a base de bacon y queso, bocadillos de espinacas y hot dogs.
Vivo con 5 italianos y ellos dicen que comen variado pero yo solo los veo comer pasta. Esta bien, miento. También los he visto comer un día lentejas y otro sopa (ambas cosas hechas por mi). Eso si, la pasta la toman con todo: espinacas, carne, tomate, atún, brócoli, pepino... Y cuando les sobra pasta del mediodía, le echan un par de huevos y se hacen una tortilla de pasta a la noche (aunque esto aun no se lo he visto hacer a ninguno).
Sin embargo ellos dicen que los españoles comemos fatal (qué otra cosa pueden decir si solo me tienen a mi como ejemplo, un estudiante erasmus sin un duro). Dicen que como todo frito y siempre lo mismo. Y claro que como siempre lo mismo, compro siempre criollos porque es lo más barato en cuanto a carne en el supermercado, y el arroz un día si y otro no porque este último año he desarrollado una ligera afición hacia esta comida.
En cuanto al aceite, aquí casi no usan aceite para cocinar. Eso si, cuando lo usan se pasan. Utilizan media olla de aceite para freir unas patatas congeladas (aun teniendo sartenes) y luego lo tiran. Se volvieron locos el día que guarde el aceite de mis patatas para el día siguiente.
El pan es otro tema de discusión en casa. Yo compro un bollo cada día y si me queda un trozo por las noches, al día siguiente lo tiro, y si me sobra mucho lo meto en el congelador. Ellos se compran una barra y la comen en varios días. Quizá esto sea algo que haga mucha gente y yo no sea un buen ejemplo por ser hijo de panaderos. Además me riñen siempre que dejo el pan encima de la mesa, o sobre la encimera, o cuando no lo cubro con un paño, ya no digamos el día que lo puse sobre un paquete de agua que teníamos en la cocina... Si es que aquí se pasan de higiénicos... pero esto formará parte de otra actualización.

A presto

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